Existen múltiples afecciones que se producen en los cascos del caballo, algunas como el hormiguillo, pueden afectar muy gravemente cuando no son detectadas a tiempo. Mudar el casco es un medio de defensa que produce el caballo al encontrarse este muy comprometido; El problema es cuando el casco nuevo sale puede haber rotación y salir el nuevo torcido. Por eso es muy importante estar super pendientes de los casco, para evitar hongos e infecciones.
Cuando ocurre esto es necesario curar muy bien el potro como se muestra en otros archivos (sulfato de cobre, cal agrícola y algún antiséptico), luego aplomarlo mensualmente, y reposar el casco sobre un molde de goma (puede ser la suela de alguna sandalia de goma), rellenar con gasa y yodo; y forrar todo con tirro plomo, cambiarlo semanalmente.
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