Ya muchos sabemos la dura situación económica y social que
sucede en Venezuela, un país lleno mucha gente buena y muchas hermosuras
naturales…
Pues bien… en esta hermosa tierra nací, y aquí pienso morir!
Mi amado país volverá a renacer como el fénix y espero poder estar presente
para ver reverdecer nuevamente nuestras almas y nuestras sonrisas.
Somos una familia de 3 integrantes papa, mama e hijo.
Profesionales, y amante de los caballos. Somos de los que dejamos de ponernos
un par de zapatos porque a nuestros caballos no les falte nada, y ustedes saben
lo duro que esta esto.
Pues bien, les cuento: Van años en que Venezuela va
retrocediendo poco a poco, algo así como la crónica de una muerte anunciada..
pero este año todo a empeorado de forma más precipitada.
Si tenemos para alimentarnos, no tenemos para darle
meriendas a nuestro hijo… si tenemos para comer… no tenemos como arreglar el camión…
si tenemos para arreglar el camión no
tenemos para darle comida a los caballos.
Dios mío! Hasta cuando esta cruz tan pesada!
Nuestros caballos tienen 3 días sin probar alimento
concentrado, no hemos podido comprar una picadora de pasto vale 25.000.000Bs.. Pues
antes le dábamos heno (pasto seco) y hoy una paca (alimento diario) vale 50.000
Bs y un sueldo mínimo mensual son 248.000 Bs! Imaginen lo irreal de nuestra
realidad. Ósea para comprar solo 5 pacas de heno q le duran 5 días tendría que
trabajar un mes sin comer, ni pagar transporte sin darle de comer a nuestro
hijo!
Como decimos aquí en Venezuela, estamos haciendo de tripas corazón!
Para poder mantener a 2 miembros más de nuestra familia. Porque eso son los
caballos para nuestra familia.
Esta situación me hace reflexionar y preguntarme: Si esto
sucede en mi casa amando los animales, que será de aquellos animales que no son
amados aquí en Venezuela?